domingo, 15 de enero de 2023

22:12 15/01/2023 K-pop y otras verdades maternales.

 El juicio. La creencia de poseer verdad y arrojarla contra la "mentira" ajena.

Pero con cada palabra que pronuncias siento viento en la cara y vacío en el alma.

La creencia se convierte en el acto voluntario de creer, porque lo contrario sería insensato.

Es una postura bonita e incómoda que como ave del paraíso ejecutas esperando el amor en el solitario vacío.

Es la dopamina corriendo en tus venas y gritándote mentiras.

Pero no hemos venido a sentir, hemos venido a jugar. 

No hemos venido a creer, hemos venido a fingir.

No hay fecha que lo defina, el lugar es un enigma.

Son muchas cosas que no entiendo, son corrientes que no siento, pero me obsesiona el pensamiento.

De modo que solamente soy una persona enferma, que piensa y como todo aquel que dedique tiempo a buscar encontraría, y no quiero estas respuestas turbias, quiero la capacidad de apagar el torrente y arrastrarme en el sentir.

Pero hablemos de la culpabilidad, la responsabilidad de la carga que se te ha ejercido por un acúmulo de incapacidades. Sí, la educación, las emociones, la mente, no son capaces de dar resultados tangibles y se tomaron en vano y se pudrieron. Intragables y convertidas en disfuncionales. Pero ahora quiero que vengas a sentir culpa por tus imperfecciones, pero no es lo que eres, el problema es que no te han dejado ser de otra forma. Siéntete culpable por ser sin opción.

Y ahora lucha.

Lucha, joder, lucha.

Cambia todo porque todo estaba mal.

¿No quieres ser funcional?

Pues, corre, desmóntate rápido, que los años se pasan y tú no alcanzas las metas.

Deconstrúyete.

Enséñate a ti misma a ser una adulta, enséñate a ti misma a sanarte, enséñate a ti misma...

[Respira]

Qué miedo, ¿verdad?

Asusta esa vorágine, lo sé. También le asustó a ella, pero no tuvo tiempo de pensarlo porque estaba ocupada corriendo por senderos sin saber si eran los correctos y llegaste tú para impedirle aún más escuchar.

Y ahora siéntete culpable.

O entiende el proceso, perdona si puedes, olvida si puedes, camina si puedes, hazlo lo mejor que puedas y cuando no puedas abrázate fuerte. Arroja la culpa al fuego porque aquí no hay culpables, son víctimas que se contagian unas a otras de la enfermedad social que nos contamina a todas. 

Si lo intentas, ya has ganado, y si no lo intentas, también. En el proceso trata de vivir un poco.

lunes, 31 de enero de 2022

Suicidio.

 Casi cada día de mi vida, y no sabría afirmar con certeza desde cuándo, estoy en guerra.

Mi enemiga me conoce mejor que nadie, mi enemiga conoce cada uno de mis puntos débiles, así que parece sencillo concluir que estoy destinada a perder.

Así que cada día pierdo, y me pierdo.

Cada día encontrando nuevas formas de hacerme entender que carece de sentido.

En mi vida, ella controla mis emociones, y tiene un retorcido gusto.

Así que las araña con fuerza casi cada día, la mitad del tiempo me pregunto que me ayuda a luchar y a seguir peleando con mis manos desnudas contra ésta implacable enemiga.

Hay quien no se cree que exista, hay quien simplemente la cree inofensiva. Yo no puedo más que alegrarme porque no conozcan la agonía de sus fauces.

Ella me dice que muera. Ella me da innumerables motivos. Ella me enseña mis heridas. 

Morir parece dulce hablando con ella. Apetecible descanso. Apacible como quedarse dormido mientras el sol te calienta el rostro un día de primavera. 

Lo siento, de verdad creo que intento seguir luchando pero la realidad no tiene siempre finales dignos de película.

Lo siento.

María, siento no poder quererte más, siento no poder cuidarte mejor, siento no ser capaz de ayudarte a sentirte mejor, siento no ser capaz de levantarte todos los días. Sí que creo que mereces amor, sí que creo que mereces ayuda, sí que creo que mereces una oportunidad mejor, pero lo siento, no sé si pueda conseguirte nada de eso. Oraré por ti, querida mía.


sábado, 15 de enero de 2022

Cuestión de perspectiva.

 Las verdades que todos compartimos no pueden considerarse secretos. Mas percibirlas como enteramente nuestras y signo de vergüenza parece algo que en su mayoría podría decirse que hacemos.

Y tener que mirar para poder ver, así de natural pero al mismo tiempo antinatural. El mundo se ha llenado de personas que no quiero conocer y de personas que no me quieren conocer, así que la soledad se encarga de llenar el vacío. 

¿Cuál es el problema? sentir y no querer sentir, no ser capaz de recordar si se era feliz o si el cerebro ya ha borrado porque se ha cansado de fingir, así que solamente estuviere en piloto automático, y quién sabe por cuánto. 

Cada día me sorprendo con un nuevo motivo, parece ser que ya cualquiera se me hace factible, así que lo siento, no avanzo. Me quedé atascada en algún punto del mapa y el tiempo ha seguido corriendo y mis pies han seguido moviéndose pero en círculos que además cada vez son más pequeños. Me pregunto que ocurrirá cuando alcance el centro de éstas esferas, cuando alcance el sol que es la estrella del día y abandone todas las estrellas de las noches dueñas de los sueños y anhelos. Quién sabe si no es que ya lo haya alcanzado y simplemente esté sentada en su superficie quemándome lentamente, gradualmente, como la rana que poco a poco se cocía. 

Es gracioso pensarlo, sobretodo cuando ha dejado de ser importante. Cuestión de perspectiva.

sábado, 14 de agosto de 2021

La necesidad

El cielo se ha nublado. El aroma es una mezcla de incienso, humedad, y polvo. Las cañas suenan como suenan los cencerros de las cabras pastando apacibles. Sí, la tarde está apacible.
Me doy cuenta, ahora, de que he perdido ese don que tenía en las metáforas. Ser consciente de las pérdidas las convierte en necesidades más urgentes. 
Veníamos a perder pero nos prometieron tantas cosas que no nos lo esperábamos. El yermo y desolador futuro que como una ola se aproxima veloz e imparable pero que nos negamos a reconocer porque duele y porque dolerá. 

Yo agradezco la tarde nublada que tengo. Es fácil agradecer las novedades. Es fácil agradecer lo que se añoraba. Es fácil pero gracias.

La tarde es apacible, el tiempo como yo pronostica tormenta. Las tormentas internas esas que nadie ve. Arrastran tanto con ellas. Limpian pero en el proceso pareciera que nos dejarán vacíos. Y tantas y tantas veces me he sentido vacía. 

Quizá todo empezó porque nací vacía. El vacío se prolongó por tanto tiempo y se perdieron tantas oportunidades de llenarlo que el vacío debió de hacerse duro e impenetrable. Y quizá por eso, por mucho que trate de llenarlo no lo conseguiré. ¿Puedo aceptar eso o debo pelear contra eso? El error sería suponer que no se batalla día a día. La vida pudiera parecer sencilla pero la existencia es abrumadora, y asfixia. 

Aquel vacío quizá sí se llenó de cosas, pero hay cosas que pueden sentirse como el vacío. El desprecio, el maltrato, el abuso, los gritos, o simplemente la indiferencia. Tienen un sabor tan similar, tan amargo todas. 

¿Qué hay de natural en el amor? ¿Qué hay de artífice en él? ¿Por qué se convierte en necesidad inexorable para poder ser? ¿Por qué no hay justicia en el amor? ¿Por qué no me querías? ¿por qué...?

Me he convertido, así, de una forma lenta y gradual en un ser que se detesta en su dualidad. Tan sumiso que detesta la sumisión. Tan complaciente, aunque luego se enfade consigo misma tras ello. Tan silenciosa. Tan incapaz de expresar su verdad. Tan solitaria aunque siempre busca una compañía que no reconoce en ningún lugar. Y si buscara una explicación, ya la tendría pero la solución se me antoja tan amarga como me pintaron el amor.

lunes, 12 de abril de 2021

2021

    Caminábamos despacio, era nuestro intento comunicativo con el tiempo de que se ralentizara con nuestro paso. 

    Con singular inexperiencia, con falta de capacidades, pero con resolutiva tenacidad.

Año 2021.

El amor se ha convertido en un medio, es política. Siempre lo fue. Ahora todas las partes gozan de libertad de expresión. Ahora todas las partes buscan que se escuche su voz y los deseos que expresan. Y ahora hay diversidad. Siempre la hubo. Siempre la hubo, pero ahora tiene colores y nombres y estructuras, y están más vivas que nunca.

Pero nadie nos enseñó a comunicarnos. No tuvimos ejemplo. Aprender es doloroso, y cuesta. El cambio crea bandos y el cambio no se recibe siempre de brazos abiertos.

El amor es ahora un campo de guerra.

¿Por qué lo crees tú?

¿Era acaso, como decían, el amor de las mujeres y las mujeres se han cansado de seguir siendo tales mujeres?


    Nos miramos a los ojos, nos cogimos de la mano, y nos besamos.
El tiempo no nos quiso escuchar y los días a su lado cada vez se hacían más y más cortos.
Cada vez sabían a menos las horas y más días parecían menos y menos.
Una necesidad crecía y algo crecía con ella.


Año 2021.

Acusaciones de asesinato. Asesinato del romanticismo. 

¿Somos culpables? Si somos culpables. Sí, pero sin sentimiento de culpa. Con sentimientos de deconstrucciones, con la necesidad de sentir algo que sea más real. ¿Por qué? Porque de realidades y de información nos avasallan. Palabras bastan ya. 

Y nosotras nos indignamos ahora, perdóneme señor si de paciencia ya no puedo cubrirme, si independiente económicamente busco ser y si deseo un poco más ser como usted y sentir que podré decidir quién seré sin que el mundo me etiquete por nacer sin testículos.

Mis disculpas si mi discurso viene a incomodar pero quiero mujeres que ya no tengan nada exclusivo a su sexo ni género por lo cuál luchar. Y que me perdonen ya porque de luchas la lista llena está.


    Y es de lo más extraño en cómo él me trae paz, mientras mi corazón tintinea como ya casi ni podía recordar.
Éstos sentimientos nítidos y cálidos.
Éste valor y fuerza que me dan para ser más yo y para regalárselo.
Porque él es hogar.

jueves, 19 de noviembre de 2020

Silencio.

 Hastío.

Hastío de un mal querer, y de un no querer.

Hastío de reproches.

Hastío por la ansiedad.

Hastío porque poco a poco se muere algo dentro de mí. Una ilusión que de desmenuza desnaturalizada. 

Sintiendo como muere el deseo. Metamorfosis de los sentimientos. Metamorfosis de las palabras que se vomitan al desangrarse con las heridas del silencio que crea el saber que no te quiere nadie. 

Ese mal querer falto en confianza, ese mal querer falto en empatía, ese mal querer... 

Pútrida, drogada y desesperada sensación. 

Rota.

Sola.

Como sinónimos ya. Como definición de mi ser. 

Porque... El amor en la vida lo es todo y en el tenis nada.


sábado, 14 de noviembre de 2020

Escúchame.

 Y aterrada estoy ya.

Contemplo mi miedo hasta el final, 

porque de algún modo ésto tiene que evolucionar.

¿Podrá mi frágil ser soportar de él su aliento de mí alejar?

Si yo siento que ésto es real, ¿Acaso una ilusión es?

Temo sentir y no discernir, y del dolor luego sentir que alma y cuerpo quebrantarse en mí.

Porque de amores que he sentido el suyo único me parece ser.

Que deposito en él más de lo que tengo incluso ya.

Y si en el mañana sigo así el dolor seguirá aquí en mí, pero esperanza quiero sentir hasta que él le ponga fin.

Pero esperanza quiero sentir hasta que él le ponga fin, y con suerte esperanza y verdad una serán en mi porvenir.